The Portrait of Dreams

Ines De Almeida Costa

Admiro a las mujeres que tienen éxito y se sienten bien consigo mismas. Con o sin maquillaje, pelo largo o rapado, da igual: lo más importante es la belleza en nuestra mirada.

1. Bio

Actriz, con experiencia en el mundo del cine, el teatro y las series de TV. Entre sus trabajos más recientes están la película Carnaval Sujo, dirigida por José Miguel Moreira, y sus papeles en las series de televisión Para Semper (TVI) en el personaje de Antonia y A Generala (SIC). A la vez que se dedica a su carrera artística, también se compromete cada día con una sociedad más equitativa, libre de viejas convenciones sociales y discriminación de género.

2. El poder de un sueño

Desde que tengo memoria, siempre he soñado con ser actriz y me siento muy afortunada de poder decir que mi sueño se ha hecho realidad. Y espero que siga así, porque actuar es toda mi vida. Siento muy intensamente, y poder confrontarme con la vida y las peculiaridades de mis personajes me permite seguir creciendo en autoconciencia. No ha sido fácil llegar hasta aquí, pero era mi gran sueño. Incluso ahora, algunas épocas son difíciles y algunos días las cosas simplemente no funcionan. Pero este es el poder de un sueño: tú sigues creyendo y trabajando en él.

3. Mi viaje hacia la belleza real

Aquí me toca hablar del amor: el de nuestros seres más queridos y el amor hacia mí misma. Dos conquistas en las que me enfoqué al máximo en dos momentos precisos. Uno el día de mi boda: nunca sentí tanto amor como el que me llegaba de todas las personas más cercanas a mí, reunidas a mi alrededor. Fue cautivador. Nunca antes había sentido algo tan hermoso. El otro está más ligado a mi acto liberador: cuando me corté mi larga melena y la doné a una asociación. En un solo gesto, me liberé de años de presión social que, hasta entonces, nunca había entendido siquiera cuánto pesaba sobre mí.

4. Lo que he aprendido y no olvidaré

Dentro de nosotras tenemos todo lo que necesitamos para sentirnos completos y encontrar nuestro camino. Pero a menudo el mundo nos convence de que no somos suficiente. No es cierto: todas somos grandes mujeres, solo tenemos que encontrar el coraje para recordarlo. Las mujeres han sido maltratadas durante tanto tiempo y de tantas formas, que hasta nos enseñan a aceptarlo con una sonrisa. De lo contrario, te vuelves problemática. Lo que sueño para todas nosotras es el cambio de esta mentalidad y el respeto. Ya no quiero tener que disculparme por haber nacido mujer, ni por la forma en que expreso mi feminidad. Quiero respeto, porque me lo merezco.

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