1. Bio
Caterina Bianchi, bailarina solista del Teatro La Scala de Milán. A los 3 años, Caterina ya manifestó su voluntad de bailar, y desde entonces ha perseguido su pasión sin titubear. A la edad de 10 años se mudó a Milán para unirse a la Scuola di Ballo Accademia Teatro alla Scala. Después de obtener su diploma académico, empezó a trabajar inmediatamente en La Scala, perfeccionándose al mismo tiempo con experiencias en el extranjero. Con tan solo 21 años, obtuvo el papel de bailarina solista.
2. El poder de un sueño
Actualmente soy bailarina solista en el Teatro La Scala de Milán, algo que ha sido mi sueño desde que tengo memoria. De dónde vino este sueño sigue siendo un misterio, era muy pequeña cuando lo expresé, pero hoy tengo la inmensa felicidad de vivirlo. Llegué a este teatro de niña, sola, lejos de casa y menos preparada que el resto. Pero nunca me he dado por vencida, ni por un segundo, porque es aquí donde reside la fuerza de los sueños: alimentan constantemente tu voluntad, no importa cuántos sacrificios y cuánto esfuerzo tengas que hacer. Tu corazón solo ve la meta. Mi mayor suerte fue poder darle espacio.
3. Mi viaje hacia la belleza real
Hay una luz especial que acompaña tus verdaderos sueños. La mía se hizo visible cuando tenía dos años y medio, ahí fue cuando le dije a mi madre «voy a ser bailarina». Hoy bailo en La Scala de Milán y miro con orgullo a esa niña que, a los 10 años, se mudó aquí sola para perseguir su luz. La misma que siempre me ha confirmado que se puede llegar a la cima sin pisar a nadie. No hay necesidad de toda esa competitividad que muchas veces se exalta. Si tienes una luz dentro solo tienes que abrirte y dejarla salir. Esta es la mayor belleza, la más importante y la que más debemos cuidar, ya que es capaz de hacernos olvidar todo esfuerzo y sufrimiento.
4. Lo que he aprendido y no olvidaré
En este mundo nuestro, hay espacio suficiente para acomodar el talento y los sueños de todos. Quienes se mueven realmente por pasión no tienen necesidad de ser arrogantes. Sé amable, trabaja duro, emociónate. Brilla de forma pura e inconfundible. Trabaja duro, descubre quién eres y manifiéstalo. Este es mi sueño para las mujeres, tanto para las que siguen luchando por conquistar sus derechos más fundamentales como para las que están emprendiendo un viaje hacia su sueño: un espacio para expresarse libremente, donde no exista la desigualdad y se dé paso al verdadero valor y a las sonrisas genuinas.