The Portrait of Dreams

Karen Williams

La belleza es un lenguaje demasiado poderoso para reducirlo a una sola fase de la vida. Se necesitan nuevos modelos para difundir esta conciencia.

1. Bio

Modelo, activista y embajadora del envejecimiento empoderado, actualmente vive en Nueva York. Empezó su carrera como modelo a los 13 años, luego fichó por Ford Models, pero una vez pagados sus estudios, terminó con el mundo de la moda y se dedicó a la actuación y la producción cinematográfica. A los 53 años ha aceptado volver a posar con un objetivo claro: dar representación y visibilidad al envejecimiento femenino, incluso en el mundo de la moda y la belleza.

2. El poder de un sueño

Es asombroso cómo gran parte de mi vida ha consistido en mostrar mi belleza exterior, a pesar de que ser reconocida por mi belleza nunca ha sido una meta para mí. Es una suerte y una herramienta que me ha permitido estudiar, viajar y formarme en mis pasiones, y estoy agradecida por ello. Pero siempre me han interesado más las actividades que me permiten pensar en cómo ser útil, mejorarme a mí mismo y a lo que me rodea. E, irónicamente, en un cierto punto, mi experiencia como modelo se ha convertido en la herramienta para difundir un mensaje de inclusión y positividad.

3. Mi viaje hacia la belleza real

La belleza está incompleta sin diversidad, y la edad es uno de los parámetros que debemos aprender a mostrar si queremos hablar de mensajes verdaderamente inclusivos. Envejecer es algo natural, un privilegio, y en ese sentido mis orígenes jamaiquinos sustentan y apoyan esta idea: reverenciamos a nuestros mayores, lo que vemos es una belleza atemporal que crece a medida que crece la experiencia. Este es mi viaje hacia la belleza real: dar a conocer una perspectiva que te dice que no necesitas detener el tiempo, ni en tu piel ni en tus posibilidades sociales. Es posible y beneficioso aspirar a un estilo de vida que acoge el paso del tiempo y aprecia su abundancia y su riqueza. Creo que es importante mostrar que existe una forma de vida plena y gratificante, incluso fuera del imperio antienvejecimiento.

4. Lo que he aprendido y no olvidaré

He vuelto a modelar después de tres décadas porque conozco y entiendo la importancia de un mensaje visual. Mis canas son una oda a la vida. Mi sueño es que incluso las mujeres maduras, de cualquier origen y procedencia, den espacio a sus pasiones y sueños con orgullo y valentía. Pero sobre todo que su contribución sea verdaderamente valorada y apreciada. Este es mi sueño para todas las mujeres.

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