1. Bio
Coach e instructora de jinetes de backcountry y experiencias de thru-riding, apasionada de los caballos y la vida en la naturaleza. Licenciada y con un máster en Educación Agrícola, fundadora y propietaria de Gillian Larson Wilderness Horsemanship. En 2014 se convirtió en la persona más joven en recorrer sola as 2650 millas del Pacific Crest Trial entre México y Canadá. Desde entonces ha recorrido más de 14.500 millas montando a caballo en solitario. Su misión actual es preparar a nuevos aspirantes a jinetes de travesía con un enfoque ético para viajar en el que la armonía con la naturaleza, combinada con la comprensión y el respeto por el compañero de viaje equino, sean la base y la clave para el pleno éxito y disfrute de la empresa.
2. El poder de un sueño
Es una sensación disruptiva; de hecho, yo la descubrí de repente. Cuando tu sueño llama a la puerta, en un instante descubres la diferencia entre tener planes y sentir un sueño. En mi caso, la magia ocurrió con mi primer Pacific Crest Trial: un camino que ni siquiera sabía que existía, que intercalé entre una licenciatura y un máster, que ciertamente esperaba que fuera una gran experiencia y que, en cambio, revolucionó mi vida. Cada milla recorrida cambiaba mi percepción de mí misma y del mundo. La sensación de inmensidad, la vívida conexión con la vida que sentí: me di cuenta con total claridad de que los planes que tenía antes eran demasiado pequeños. Quería algo más: algo gratificante, significativo, capaz de mantener bien vivo ese eco de libertad y, por qué no, incluso amplificarlo y difundirlo. Y así nació mi actividad como entrenadora.
3. Mi viaje hacia la belleza real
«Quédate en casa, no vayas sola, ten cuidado» es un mantra que la mayoría de nosotras escuchamos cuando somos niñas, y que arraiga en nuestro interior la creencia de que el mundo es un lugar peligroso. Ver a una persona florecer mientras deja atrás cargas y miedos es un espectáculo increíble que tengo el privilegio de presenciar mientras preparo a las personas para el thru-riding. Disfruta de la naturaleza, de los espacios abiertos, siente el vínculo profundo con el caballo que te acompaña en el viaje, experimenta que, con un proyecto a tu medida, puedes sentirte seguro, en control. Sentir, vivir, saborear la libertad, la ausencia de miedo… es un viaje impactante; comprender que tienes las herramientas para gobernar este proceso es una herramienta de redención muy poderosa. La belleza no tiene que ver con cómo te ves, sino con cómo vives la vida.
4. Lo que he aprendido y no olvidaré
A menudo nos sentimos inadecuados porque utilizamos un criterio definido por otros. No existe un bagaje absolutamente correcto o incorrecto, ni un camino absolutamente correcto o incorrecto. Todo depende de saber escucharte a ti misma, de entender lo que TÚ necesitas realmente en ese viaje concreto. Por naturaleza, las mujeres estamos menos apegadas al ego y más disponibles para adaptarnos: aprendemos a utilizarlo a nuestro favor, liberándonos de los estereotipos y miedos que la sociedad nos arroja desde edad temprana. Esto es precisamente lo que sueño para nosotras: criarnos con nuevas creencias, con oportunidades iguales a las de cualquier otra persona, sin que el miedo a algo o alguien siga siendo un factor limitante para nuestros sueños y aspiraciones.
