1. Bio

Licenciada en Historia y Conservación del Patrimonio Artístico, tras 10 años como asesora creativa y otros 12 años como directora creativa en un estudio internacional de arquitectura y diseño, funda su propio estudio en Milán. Nunca interrumpe su investigación personal sobre el diseño y las artes, viajando por todo el mundo para conocer diferentes materias primas y estilos de elaboración y diferentes culturas. Desde 2020 estructura sistemáticamente su gran amor por la cerámica, poniendo en marcha un laboratorio en el que se encarga personalmente del diseño y la producción de piezas únicas, en las que siempre combina valor de uso y potente narrativa.

2. El poder de un sueño

No hice en seguida exactamente lo que tenía en mente. Tal vez ni siquiera sabía exactamente lo que quería. Tenía clara la dirección, pero no los detalles. Sin embargo, lo interesante de la vida es que siempre te presenta elecciones, momentos en los que puedes corregir el tiro y llegar al punto que querías. Luego están las veces que estás preparado y las veces que no lo estás. Pero, esto es lo increíble de los sueños: es como si cíclicamente volvieran a llamar, solo necesitan que no los abandonemos por completo. Si mantenemos vivo el deseo de gobernar nuestra historia, estoy convencida de que, empujando siempre en la misma dirección, siempre puede encontrarse el camino para dar forma al propio sueño.

3. Mi viaje hacia la belleza real 

La tierra siempre me ha fascinado y hoy es la forma en que moldeo mi visión del mundo y una nueva conciencia de mí misma. Crear cerámica ha demostrado ser un campo de entrenamiento increíble para la vida y una forma extraordinaria de contar historias. Recojo la tierra en los lugares que visito, cada pieza que creo es una historia directa de un territorio, además de un concepto. La cerámica me ha enseñado la belleza de ralentizar, de esperar. Da testimonio de la importancia de conocer las cosas en profundidad, en una mezcla de poética y conocimiento técnico de la materia. Aquí puedes ver tangiblemente lo que sucede cuando aceleras o llevas las cosas al límite. Creo que es una metáfora increíble de cómo podemos leer e interpretar la vida.

4. Lo que he aprendido y no olvidaré

El valor del tiempo, incluso durante la espera, es algo muy preciado que debe apreciarse; antes, en mi vida de estudio internacional un tanto neurótica, a menudo lo olvidaba. Recuperar el concepto de tiempo adecuado es, después de todo, recuperar nuestra libertad. Quedarse quieto no es necesariamente un acto pasivo y estéril. Vivir bien nos lleva a una comprensión más profunda. Lo que sueño para las mujeres es que llegue el día en que ya no sea necesario hacer esta distinción. Es frustrante que todavía tengamos que hablar de cosas que las mujeres pueden o no pueden. Todas somos extraordinariamente diferentes, debemos aprender a evaluarnos por nuestras habilidades, sensibilidades, visiones, no por nuestro género.