1. Bio

Skater, creadora, CEO y cofundadora de Grlswirl, un colectivo de skate femenino con sede en Venice (CA), que hoy es una comunidad global de mujeres y personas no binarias unidas por el deseo de construir relaciones auténticas y generar un impacto positivo en la comunidad, a través de una pasión compartida por el skate. Procedente de Cornwall, Nueva York, originalmente se formó como bailarina profesional, pero durante su vida ha viajado mucho y experimentado con diferentes empleos, trabajando en moda, música, tecnología, cine y agricultura. Hoy se define como una ávida surfista, skater (skate surf), líder comunitaria y amante de los perros. Además del proyecto Grlswirl, gestiona una start-up de skate, las estrategias en redes sociales para varias compañías y es fotógrafa para muchas marcas inspiradas en el mood del sur de California.

2. El poder de un sueño

Durante mucho tiempo pensé que mi sueño era ser bailarina profesional. Y lo fui: durante décadas bailé durante horas y horas todos los días. Pero esa era la idea que tenía de mí misma, no era realmente yo, y el sueño, el poder de un sueño, es esa sensación inexplicable que me permitió entender la diferencia entre la idea que tenía de la felicidad y el sentirme realmente feliz. Creo que deberíamos aprender a no dejar de preguntarnos «¿Me encanta lo que hago? ¿Realmente me hace feliz?». Y no tener miedo si la respuesta es no. Si la respuesta es no, debemos seguir el ritmo de las oportunidades que nos ofrece la vida. Porque nos las da, y cada experiencia nos enseña, como mínimo, lo que no queremos. He experimentado con muchos trabajos diferentes, siempre me he dedicado en cuerpo y alma a ellos, pero en un momento dado siempre acababa llegando la duda, la sensación de no estar en el lugar correcto. Y entonces cambiaba. Cada una de estas experiencias me ha preparado para, finalmente, reconocer la diferencia entre poner mucho esfuerzo en algo que nos parece interesante y amar apasionadamente un proyecto o un trabajo. La fuerza de un sueño nos ayuda a esto, a buscar (también para nuestra realización humana y profesional) nuestro gran amor, sin resignarnos ni conformarnos antes de haberlo encontrado.

3. Mi viaje hacia la belleza real

Mantén tu cabeza y tu peso hacia delante y todo irá bien. Transfiere la energía que necesitas de tu cuerpo a la tabla y muévete con la corriente. El skate es una metáfora perfecta de la vida. Muchas personas piensan que no pueden aprender, tienen miedo de no lograrlo. Pero esta es una percepción errónea que habita en nuestra cabeza: no debemos tener miedo al fracaso, porque el miedo mata nuestro potencial. La primera vez que saltas sobre un skate es como saltar dentro de tu propio miedo: ¿comprendéis el magnífico potencial que se libera ahí? Para empezar, ves que puedes tener control sobre lo que te daba miedo, y luego experimentas que incluso puedes divertirte y usarlo como impulso. Esta es la belleza más grande que tengo la oportunidad de ver florecer todos los días gracias al trabajo que hacemos con Grlswirl. Mujeres que apoyan a mujeres, mujeres que se liberan, que encuentran un punto de equilibrio o que, por primera vez en su vida, descubren lo catártico que es romper con un patrón. Llegar a la conciencia que me llevó a fundar Grlswirl no fue fácil ni lineal, pero recuerdo claramente ese preciso momento en el que algo hizo clic en mi cerebro y pasé de sentirme muy frágil y débil a sentirme repentinamente poderosa y libre. Este fue el punto donde experimenté el máximo sentimiento de belleza, y Grlswirl nació para compartirlo y ayudar a tantas chicas como fuera posible a sentirse seguras, libres y llenas de potencial.

4. Lo que he aprendido y no olvidaré

Creo que es importante desarrollar la conciencia de que no es necesario saber ahora qué haremos durante el resto de nuestras vidas. Es más importante aprender a sentir lo que hoy nos hace estar bien y dejar las puertas abiertas a nuevas oportunidades. Probar, experimentar y, por qué no, cambiar. Cambiar de rumbo y de creencias no es fracasar, es abrirse con valentía a la búsqueda de la auténtica felicidad. Vivir el día a día nutre el alma. Lo que debemos aprender es a decir con valentía lo que realmente queremos, a ser humildes pero, al mismo tiempo, reivindicar el derecho a expresar nuestra opinión. Lo importante no es ser perfecta, sino tener autoestima: a las mujeres nos suelen enseñar a escondernos, a adaptarnos. Pero si no dices claramente lo que quieres nunca lo conseguirás, y serás la única que sufrirá por ello. Por eso es esencial encontrar situaciones en las que se proteja y dé valor al respeto por la diversidad y el potencial individual. Los hombres, en la mayoría de los casos, son genuinamente ignorantes acerca de las dificultades a las que nos enfrentamos las mujeres y de lo que significa ser mujer en nuestra sociedad. ¿Qué sueño para todas las mujeres? Que estemos unidas, crear oportunidades y poder para el cambio, que trabajemos juntas en lugar de una contra otra. Sabemos hacerlo y se nos da muy bien, seguir diciendo lo contrario es sólo otra forma de intentar controlarnos.