1. Bio
Investigadora en biología, modelo y artista. Especializada en genética y neurobiología, actualmente está cursando un Máster en Biología y trabajando en el Max Planck Institute investigando sobre el metabolismo en un equipo especializado en la inflamación asociada con la obesidad y su relación con el cáncer colorrectal. Para pagar sus estudios, también trabaja como modelo y cuidadora de gatos. En su tiempo libre se dedica principalmente a su otra gran pasión, la pintura.
2. El poder de un sueño
Mi mayor sueño era convertirme en una gran científica, encontrar la cura para el cáncer y ganar el Premio Nobel. Sin duda ese sueño siempre me ha guiado, es en lo que sigo estudiando, trabajando y especializándome. Me gusta la idea de poder hacer algo bueno para la sociedad trabajando en enfermedades que suponen un gran problema. El sueño está ahí y te da la fuerza para hacer todo lo necesario para acercarlo cada día más a la realidad. Luego, con el paso de los años, descubrí otra parte de mi alma, introspectiva, atraída por el arte, y aprendí que incluso los sueños, como el amor, son capaces de multiplicarse sin restarse nada unos a otros. Los sueños generan vida, energía, este es su mayor poder.
3. Mi viaje hacia la belleza real
Disponemos de infinitas oportunidades que nos llevan hacia la auténtica belleza. En mi caso quiero compartir dos que me han cambiado profundamente y para siempre. El primero nace de mi lucha contra la depresión: cuando finalmente dejé de ocultarla y decidí abrirme, encontré un gran apoyo, amor, intercambio y enriquecimiento mutuo. Ahí entendí cuánta belleza y poder hay en ser vulnerable y decirlo con sinceridad. La otra gran lección fue comprender que podemos ser más de una cosa, incluso si parecen estar completamente en desacuerdo entre sí. Dejé de sentirme en vilo por tener muchas pasiones y visiones, aprendí a abrazarlas todas, como parte esencial de mí misma. Pasar de una sensación de inadecuación a una sensación de plena riqueza es un viaje asombroso.
4. Lo que he aprendido y no olvidaré
No es necesario ocultar nuestras fragilidades, ser honestos con nosotros mismos es el único camino hacia la felicidad. Tenemos el derecho a ser versátiles y fieles a nosotras mismas, no debemos responder a una idea impuesta desde fuera. Como mujer que vive en el Occidente privilegiado, se podría pensar que mis dificultades son relativas. Aún así, todavía debemos tener miedo de volver a casa por la noche y, antes de salir, debemos preguntarnos si nuestro vestido es demasiado corto. Además de la discriminación diaria que todas vivimos cada día. Sueño que todas las mujeres puedan vivir con seguridad, en cualquier parte del mundo, eligiendo su propia vida, con la libertad de seguir todos sus sueño sin ser presionadas, forzadas o influenciadas por el patriarcado.