1. Bio

Viajera, soñadora y fundadora de The Wellnest, una comunidad belga exclusivamente femenina que actualmente reúne a más de 20.000 mujeres. Su experiencia emprendedora surge del deseo de hacer realidad una sociedad ideal, en la que las mujeres sean cómplices y se apoyen mutuamente para alcanzar sus sueños. Gran parte del crédito de su proyecto se lo atribuye a su TDAH. Ella da testimonio de su doble naturaleza: por un lado apasionada, impulsiva, intrépida, creativa y capaz de hacer que sucedan cosas inimaginables. Por el otro ansiosos, frecuentemente agotada, con escasa capacidad organizativa y de autogestión del tiempo.

2. El poder de un sueño

A veces he soñado con ser coreógrafa o componer música para una película, pero en realidad mi gran sueño oculto era mucho más ingenuo: me gustaba imaginar sociedades ideales. Luego me quedé atrapada en la vida real, buscando mi lugar, mi equilibrio. Y fue precisamente en esta búsqueda cuando, en cierto momento, reapareció una pregunta «¿Pero por qué no podemos ser todos amigos?». Y ahí estaba, mi gran utopía de una sociedad ideal, llamando de nuevo a la puerta. Creo que el poder de un sueño también es ayudarnos a retomar el contacto con nuestro yo más íntimo y, a partir de ahí, desatar una fuerza capaz de darnos un impulso en los días buenos y actuar como balsa en los más difíciles.

3. Mi viaje hacia la belleza real

Sin duda empezó con el descubrimiento de lo femenino. De niña no tuve amigas chicas durante mucho tiempo, y eso era casi un orgullo. Luego comencé a viajar y conocí mujeres extraordinarias que me hicieron percibir y luego comprender el poder de la energía femenina. Fue como llegar a casa, fue el motor que me enseñó a «hacer por» y abandonar la oposición estéril. Siempre me conmueve la belleza de las personas que vibran al unísono. Pueden ser personas unidas por los derechos civiles, o una multitud sumergida en la alegría de un concierto, el sentimiento es el mismo. Cuando los humanos se unen, sus almas se conectan, brillan con luz y ocurre la magia. Esta es la verdadera belleza.

4. Lo que he aprendido y no olvidaré

Puede parecer banal, pero nadie habla nunca de este tema, especialmente en femenino: el dinero. Debemos comprometernos a hacer que incluso la curiosidad por el dinero sea un asunto de mujeres. Es una herramienta con la que debemos lidiar para abrirnos camino. Para las mujeres deseo que finalmente puedan decidir por sí mismas y tomar el derecho de tener sueños ambiciosos, en cualquier ámbito, ya sea profesional o familiar. El dinero, las oportunidades y la ambición también son cosas de mujeres. Posiblemente con ese toque de cuidado, hermandad y capacidad de acogida que nos hace especiales.